La mejor metáfora que puedo encontrar para esta idea es en el mundo de la informática. Supongamos que tiene una simulación con x número de agentes o "bots" en un plano 2D con obstáculos como en el mundo real.
La computadora tiene que recorrer cada agente por separado y enfocarse completamente en su punto de vista en el simulador: la memoria almacenada en un bot no debe ser accedida por otro en el código fuente. Sin embargo, es el mismo procesador que salta entre todos los agentes y finge que es solo un agente.
La única forma sensata de hablar sobre esto es definir una dualidad de dos propiedades de la realidad: el observador y el ego. Ambas son propiedades de la conciencia, pero tendemos a confundir mucho estas dos.
El observador es la razón por la cual usted es más que una máquina biológica ambulante con una increíble potencia de computadora compuesta de neuronas y hormonas. Solo hay un observador y ese observador observa desde todos los puntos del universo. Aunque, solo absorbe la memoria y la información de donde está, no recordará que ha estado dentro de otro cuerpo que no sea el cuerpo donde está en este momento.
Mientras tanto, el ego permite al bot, al ser tener consciencia de si mismo y de la fantasia de la separación, para así poder tener una experiencia única e irrepetible.
Cuando morimos, muere nuestro ego, desaparece y volvemos al estado puro del UNO. Nosotros, como personas, al morir, dejamos de existir. Entonces, valora cada momento de tu vida, pues en este cuerpo, con estas circunstancias, solo esta vida tienes.
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