La mayoría de las personas piensan que están descubriendo
sus vidas: oran, esperan que algo bueno suceda. Pero lo que yo pienso, lo que
digo, lo que hago, crea mi realidad, somos seres creativos, no seres
descubridores.
Tenemos una opinión en lo que nos sucede. Al transformar
nuestro pensamiento y, por lo tanto, nuestras acciones, podemos crear
oportunidades para nosotros mismos y cambiar nuestras propias vidas sin esperar
que fuerzas externas se apoderen de nuestra realidad.
Si no puedo verlo, no puedo crearlo. Si no puedo verme como
un escritor, no puedo crearme conseguir trabajo como escritor, porque realmente
no creo que se dará. Soñar despierto es la mejor costumbre que puede tener el
ser humano, siempre y cuando lleve sus sueños hacia donde se quiere.
Todo este proceso se basa en que creas que puedes llegar a
donde quieres ir - tus metas tienen que parecer inevitables, tienes que
aumentar tu confianza desde el principio. Así que el siguiente paso a tomar, es
reconocer las formas en que ya están en su camino. -Tal vez aún no puedo comer
mangos, pero el árbol fue sembrado, abonado, está grande y floreado…, es
inevitable, dará mangos deliciosos!-
Observa tu vida, tus hábitos, lo más objetivamente posible
mira que debes cambiar. Cuáles de esos hábitos te impulsan hacia dónde quieres
ir y cuáles te están deteniendo.
Tenemos hábitos y pensamientos que nos pueden arruinar o
impedir que lleguemos a dónde queremos ir. Así que tenemos que permanecer
fieles a nuestra visión y seguir fortaleciéndola una y otra vez para mantenerla
viva cuando las cosas no salen bien.
Mantén rumbo fijo sin importar la tormenta. Para esto debes
saber hacia dónde vas y cómo vas a llegar allí. Una vez que tengas el mapa,
nada ni nadie (solo tú mismo) podrán detenerte.
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